Este 2 de julio se avecina la entrada de la Luna Nueva en el mes de Cáncer o mes de Tamuz precedida de un eclipse solar que sin duda crea expectativas de todo tipo en una atmósfera de opiniones en donde prevalece la desinformación y el temor. Por este motivo hemos preparado este artículo con algunas claves cabalísticas para el trabajo interno en estos días y mes.
La Kabbalah enseña que cada fenómeno natural conlleva un mensaje del Creador para la humanidad y que a través de la meditación podemos entender la profundidad del significado de un fenómeno natural como el eclipse solar y la manera en que afecta a nuestras vidas. Contrario a la opinión de las mayorías, la información ya está en ti.
Según los cabalistas, el mensaje inserto en un eclipse solar tiene cuatro dimensiones de meditación:
La Torá no es un resumen de eventos históricos, sino más bien un instrumento que nos dio el Creador para vencer a nuestro oponente personal: el EGO (por sus siglas El Gran Oponente. La Torá nos dice que el sol simboliza la fuerza y el poder en la naturaleza, motivo por el cual durante un eclipse solar el símbolo primario de poder se esconde temporalmente; experimenta una «caída». Cuando meditamos nos damos cuenta cómo nuestro EGO constantemente se “eclipsa”, se siente amenazado por acción externa o por nuestras propias acciones. Nuestro trabajo interno es alcanzar un nivel de verdadera humildad y aceptación de nuestra naturaleza finita y limitada.
Al disminuir el ego, se remueven los velos que nos impiden reconocer al Creador en todo lo que nos rodea. El momento ideal para sentir que el Creador está oculto en todo, es durante un eclipse, en un momento de aparente oscuridad es justo cuando nos damos cuenta que la Luz siempre está presente y se revela. Lo único que tenemos que hacer es inyectar CERTEZA: todo es Bueno y para Bien.
En este nivel experimentamos toda la naturaleza, inclusive nuestro propio cuerpo y alma, regresando al estado Divino de la “nada” donde estuvimos antes de nacer. El fenómeno del eclipse nos enseña que constantemente todo lo creado regresa a lo inmanifestado para ser nuevamente creado. La nada es el auténtico origen de la manifestación.
El Zóhar nos dice que esta Luz estaba por todas partes y el Creador necesitaba una vasija donde contenerla, para recibirla y compartirla. Así que Él ocultó la Luz dentro de la naturaleza y en nuestro interior. Todo el mundo como lo conocemos, desde el comienzo hasta ahora, es un gran “eclipse”. Estamos ciegos a esta verdad. Nuestro desafío es aprender a ver al Creador en Todo y revelar tanta luz como podamos.
En sí, todas las acciones de compartir son magníficas oportunidades para revelar Luz. Pero esta actividad tan importante implica un cambio profundo en la forma en la que vemos nuestra vida y en nuestras relaciones. Lo esencial es aprender a compartir con un corazón bondadoso, con intención de ayudar a otras personas en forma incondicional, sin buscar beneficio. Karen Berg dice: “Nuestro trabajo espiritual es revelar toda la Luz que originalmente fue colocada en nuestra Vasija para luego convertirnos en un faro de Luz para los demás”.
Cada vez que enfrentamos una situación negativa es semejante al eclipse solar; de momento vemos todo oscuro y sentimos miedo y deseos de abandonar nuestros esfuerzos, pero en ese justo momento podemos recordarnos a nosotros mismos que estas situaciones negativas son en realidad oportunidades para encontrar y revelar Luz.
Referencias:
Centro de Kabbalah. (2015). Revelar la Luz oculta. 1 de julio de 2019, de The Kabbalah Centre Sitio web: https://kabbalah.com/es/concepts/revealing-hidden-light
Ginsburg, Itsjak . (2017). El Eclipse Solar visto por la Kabalá. 1 de julio de 2019, de Grupo Torá Argentina Sitio web: https://www.tora.org.ar/el-eclipse-solar-visto-por-la-kabala/
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