El primer precepto que se le dio al pueblo de Israel al salir de Egipto, fue la mitzvá (el mandamiento) de santificar cada mes la luna nueva, que constituye la base del calendario hebreo. Salir de Egipto es un código cabalístico que equivale a vencer todos los todos los estados de esclavitud espiritual; y la habilidad de contar el tiempo y bendecirlo, es en sí misma la clave que nos otorga el poder Divino para elevar nuestro nivel actual de conciencia.
La Luna Nueva en el mes de Escorpio o Jeshván nos abre la puerta a un evento cósmico impregnado de grandes oportunidades y desafíos para transformarnos venciendo nuestra negatividad interna.
El nombre completo del mes es Mar-Jeshván, que significa en hebreo "Jeshván amargo" y es el único mes del calendario cabalístico que no tiene días festivos. Los sabios nos enseñaron que está “reservado” para el tiempo del Mashíaj, quien va a inaugurar el Tercer Templo. Una de las explicaciones a esto es, que la construcción del Tercer Templo será una combinación de acciones del hombre y del cielo: el comienzo de la construcción será por medio de la mano del hombre y dentro de esta construcción descenderán cosas del cielo.
El Patriarca Abraham nos dice que el mes de Jeshván está relacionado con el signo de Escorpio. Si observamos con detalle la naturaleza de este animal podemos darnos cuenta que el escorpión se mata a sí mismo cuando tiene miedo. Escorpio es un signo fijo que corresponde a la Columna Izquierda de los signos de agua, lo que significa que no les gusta cambiar y quieren control total sobre sus vidas y las vidas de aquellos que los rodean. Su mayor miedo es perder el control. Es muy difícil para un Escorpio perdonar y olvidar. El típico nativo de este signo no descansará hasta obtener su venganza. Este es el Tikún (la corrección) de los Escorpianos: controlar la sed de venganza y en vez de eso vivir, amar, y dejar ir.
El temperamento de los nacidos en el mes de Escorpio es meramente complejo ya que se encuentran influenciados por la energía de los poderosos planetas: Marte y Plutón. Guerra y destrucción, vida y movimiento, cambio y transformación son parte de su temperamental carácter. Escorpio es destructivo sólo visto del punto de vista de que es inherentemente transformador. Es el único signo del zodiaco que tiene la transformación incorporada en su simbología.
Al signo de Escorpio se le relaciona con diversos animales y seres mitológicos. Cada uno de estos animales simboliza una fase en el sendero espiritual.
El escorpión y la serpiente representan nuestro lado más cruel, aquella parte rencorosa y destructiva que salta a la mínima y hace daño de forma compulsiva a nuestros seres queridos. El águila refleja la capacidad de entregarse de los Escorpio por alguna buena causa, una opción de vida que intenta mejorar las condiciones de los demás. Y el Ave Fénix, el otro símbolo de Escorpio, representa la etapa en la que vemos que se pierde aquello a lo que nos hemos apegado, nos enseña, pues, la lección del desapego, y nos invita a ir más allá de lo que siempre hemos perseguido, por muy noble que fuese: aprender a verlo marchar, soltarlo, y permitirnos un segundo nacimiento.
De este resurgir como Humanidad nos da cuenta la lectura de la Torá en este mes. Se dice que fue el día 17 de Jeshván cuando ocurrió el Gran Diluvio. La palabra hebrea Tov (bueno) tiene un valor igual a 17. La paradoja es que Tov no es la primera palabra que viene a la mente para describir el desastre de un Diluvio. Sin embargo, los sabios nos dicen que la lluvia es una enorme declaración de la presencia de Dios en el mundo cotidiano. Cuando abrimos nuestra mente para ver la lluvia como la bendición que es, cada vez que llueve nuestra consciencia es alterada.
El trabajo para todos en este mes; independientemente del signo zodiacal que seamos, es la transformación y elevación interna.
La inversión de las letras Mar (amargo) por Ram (elevado) significa ponernos por encima de la amargura y el victimismo tomando responsabilidad de nuestros actos aceptando el cambio. La conciencia de "Ram Jeshván” (Jeshván elevado) para este mes nos invita a sobreponernos a la fuerza primitiva del impulso en relación a nuestros rasgos negativos y cualidades egocéntricas más arraigadas, para descubrir lo que verdaderamente necesitamos corregir en el curso de nuestro desarrollo espiritual tanto en forma individual como colectiva. Sin duda esta es la más bella forma de revelar al Creador.
¡Feliz Luna Nueva del mes de Escorpio!
¡Jódesh Tov Jeshván!
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