Hoy celebramos la Hilulá, aniversario luctuoso, de uno de los más grandes cabalistas de todos los tiempos: Isaac Luria, el Arí.
La Kabalah enseña que en el día de la muerte (Hilulá) de un gran Tzadik "Justo" toda la Luz alcanzada por su alma durante su vida es liberada, por lo cual el día de su muerte es de alegría y cada año regresa su alma a compartir sus dones y virtudes cultivadas.
La fecha de este acontecimiento se celebra cada año el día 5 del mes de Av, o mes de Leo. Este año 2021 acontece al caer la noche del 13 de julio y durante todo el día 14 hasta poco antes de la puesta del sol.
En la Hilulá del gran cabalista Isaac Luria se conmemora el día de Iluminación del Ari HaKadosh (que significa el León Santo). Nació en Jerusalén en 1534 y falleció a la temprana edad de treinta y ocho años, tras caer enfermo por una epidemia en el verano de 1572. A los ocho años perdió a su padre y su familia quedó desamparada. Desesperada, su madre se llevó al joven Isaac a vivir con su tío en Egipto, donde permaneció muchos años hasta su llegada a Safed.
Isaac Luria era un estudiante brillante, que a la edad de 13 años fue llamado “El Arí”, y fue considerado a través de la historia y evolución de la Kabbalah como uno de los más grandes cabalistas que han existido.
El Arí (que en hebreo significa león) fue el primero en escribir una serie de guías prácticas para aplicar la Kabalah y recibir acceso a las puertas de la Inspiración Divina. Descubrió extraordinarios secretos dentro de las poéticas palabras del Zóhar, así como también, un sistema de evolución que fue más allá del que Darwin explicaría siglos más tarde.
Las leyendas describen cómo el Arí fue merecedor de “la revelación de Elías” (una revelación espiritual única), y que estudió El Zóhar“de él”. Para el Arí, El Libro del Zóhar era el mundo entero.
Safed, capital de los estudios cabalísticos en el siglo XVI, atraía muchos asiduos, además, por estar situada en el área del Monte Merón, donde yacen los restos de Rabí Shimon Bar-Yojai, autor de El Libro del Zóhar.
El año que el Arí abandonó Egipto y fue a Safed, un crudo invierno golpeó Egipto. Lluvias torrenciales provocaron inundaciones, y el Nilo desbordó sus riberas, dejando las ciudades bajo un manto de lodo y agua.
Cuenta una leyenda que en una de las noches más tormentosas de ese temible invierno, el Profeta Elías se reveló al Arí . Éste, según dicho relato, le dijo “Tu fin está cerca. Vete de aquí, y lleva a tu familia a la ciudad de Safed, donde eres esperado con ansias. Allí encontrarás a tu discípulo, Jaim Vital, a quien transmitirás tu sabiduría, nombrarás como tu sucesor, y quien tomará tu lugar”. Elías también le reveló al Arí : “Tan sólo viniste a este mundo para corregir el alma de Rabí Jaim Vital, ya que esta alma es preciada”.
Así, en el año 1570, en pleno invierno, el Arí fue a Safed. Tenía treinta y seis años, y le quedaban dos de vida.
En el lapso de apenas un año y medio, Isaac Luria (el Santo Arí ) revolucionó la Kabbalah haciéndola accesible para todos.
Isaac Luria escribió:
'’Vendrá un tiempo en el que los científicos, en su búsqueda de la relación entre el hombre y el animal, intentarán considerar al mono como esa forma desde el cual el hombre evolucionó’’.-Árbol de la Vida, Puerta 42, Cap. 1.
El legado más grande del de Isaac Luria fue su obra cabalista “Los escritos del Arí" recopilada por su alumno más preciado, Jaim Vital.
Su trascendente trabajo dio vida a lo que se conoce hoy como la Cábala Luriánica. Dicha escuela tuvo gran influencia en grandes pensadores hasta nuestros días. De suerte que muchos estudiantes contemporáneos continúan descubriendo la influencia que este cabalista del Renacimiento significó para luminarias intelectuales como Isaac Newton.
Una forma de acceder al portal radiante que abrió El Arí, Isaac Luria, es dedicar un tiempo de este día a conocer sobre su obra. Encender una vela y dedicar un momento del día para su estudio nos conecta con sus cualidades y atributos, una forma de despertar esos aspectos en nosotros mismos.
Bendiciones y Luz!!