La Astrología Cabalística es un método espiritual para elevar nuestra conciencia, que nos enseña cómo y cuándo conectar con los portales cósmicos más auspiciosos para recibir todas las bendiciones que deseamos en nuestras vidas. Se trata de un conocimiento práctico, una forma de vida donde pasamos del victimismo, la reactividad, la desarmonía y el sufrimiento; a una vida responsable, proactiva de felicidad y abundancia basada en compartir con los demás el bienestar interno.
En realidad no estudiamos la astrología para aprender cómo se interpreta el horóscopo de las personas. Por el contrario, el propósito de la Astrología Cabalística es elevarnos por encima de las influencias del cosmos y tomar el control de nuestra propia vida.
El calendario cabalístico es una de las joyas de ingeniería astronómica más avanzadas. Comprende ciclos solares y lunares, y se dirige primordialmente a brindar las herramientas mensuales espirituales necesarias para que te conviertas en la causa de todo aquello que eliges vivir. El Plan Anual de la Astrología Kabalística, constituye una forma proactiva de trabajo personal y colectivo que día a día, mes a mes nos propone reflexiones, acciones y procesos encaminados a la transformación y elevación de la conciencia.
Por miles de años, los cabalistas han sido depositarios de este conocimiento; desde el patriarca Abraham, considerado el primer astrólogo cabalista, hasta nuestros días. La Kabbalah es un conocimiento que decodifica la información que se halla oculta en las Escrituras. Algunos de los principales textos cabalísticos son el Zohar, y el Séfer Yetzirá, que constituye el primer Tratado de Astrología Cabalística atribuido a las enseñanzas del patriarca Abraham. Sin embargo, la Kabbalah hoy día está disponible para toda la Humanidad, independiente de raza o religión. Estamos viviendo como Humanidad un gran momento de apertura a este ancestral conocimiento.
El Creador hizo realidad este universo para poder cumplir el deseo de compartir de nuestra Alma primigenia. El mundo físico fue creado para darnos una oportunidad que no teníamos en el mundo sin fin (Mundos Superiores): la posibilidad de convertirnos en seres que comparten (como el Creador), y dejar de ser sólo receptores pasivos. La vida pues, es un proceso de reconexión con la fuerza de Luz o Creador.
La Kabbalah nos enseña que el Creador diseñó a las estrellas y a los planetas como filtros que nos permiten recibir la Luz de forma segura. Cada mes y signo correspondiente, bloquean la mayor parte de la Luz y permiten que una porción manejable nos llegue al mundo físico.
Gracias a la Astrología Cabalística sabemos que cada Luna Nueva fluye de los Mundos Superiores energía espiritual de ayuda hacia todos (Luz de Misericordia) para renovarnos y cambiar nuestras circunstancias de vida. La Kabbalah explica que al meditar diariamente con las letras hebreas que son específicas del mes, podemos plantar las semillas que quisiéramos atraer a nuestra vida en este lapso, así como protegernos de los aspectos negativos. Lo mismo ocurre con cada ser, tiene dones que pueden y deben ser desarrollados en los momentos más auspiciosos.
¿Alguna vez has pensado que tus retos y desafíos personales son parte de un Plan Divino para el crecimiento colectivo de la Humanidad?
El mes y signo en que nacemos tiene como propósito completar la misión de evolución espiritual que en otras vidas dejamos pendiente. Cada Alma tiene un propósito y diseñó la mejor estrategia para que en este mundo físico pudiera cumplir dicho fin. De modo que todos los retos y desafíos que vivimos fueron diseñados para ser superados, para convertirnos en los héroes de nuestra propia película. Pero en sí cada persona es parte de un plan mucho más grande que sus propósitos y metas personales; se trata de la contribución de cada ser en el Plan de Unificación de todas las almas de todos los tiempos para ser una sola consciencia de Luz, semejante al Creador.
El propósito de la vida (Tikún o corrección del alma) de cada ser, trasciende por tanto la misión personal para hacer algo más grande que sí mismo y poder para ser en Unidad con el Creador y los demás; alcanzando el SHALOM (plenitud en todas las áreas de la vida). A esto se le conoce como Tikún Olam y se traduce literalmente como la Corrección del Mundo y nos enseña que aunque el mundo esté fracturado y sea imperfecto, tenemos una responsabilidad compartida para arreglarlo.
La palabra Olam quiere decir mundo pero también quiere decir ocultamiento y se refiere a que nuestras acciones como Humanidad dan cuenta de la presencia de Dios. Nosotros podemos elegir hoy día si damos testimonio con nuestros actos, palabras y acciones de la presencia de Dios, o la ocultamos.
Bibliografía:
Berg Rav, 2005. Astrologia Kabbalistica. Kabbalah Centre International, Inc. Los Ángeles.
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