Hace más de 3.400 años, el Creador le dio al mundo el regalo de la Torá y los Diez Mandamientos en un día específico y poderoso. Un día en el que la energía de vida está disponible en su totalidad, un día que conocemos como Shavuot.
Literalmente "Shavuot" significa "Semanas", por las siete que deben transcurrir desde la Pascua hasta esta celebración conocida por el cristianismo como "Pentecostés", procedente de la voz griega "quincuagésimo" o "50 días". En este día, llegamos al final del proceso espiritual que comenzamos en Pésaj hace 49 días y podemos sacar provecho del tiempo inmaculado del universo y conectar con esa Luz única —la energía de vida— que puede rejuvenecer nuestra alma.
Con la festividad de Shavuot conmemoramos la recogida de la cosecha y la entrega de los Diez Mandamientos a Moisés en el Monte Sinaí; en realidad los israelitas creen que Dios le transmitió igualmente toda la Torá o ley judía, es decir, no únicamente la escrita sino también la tradición oral. Por lo que Shavuot también significa juramento: la alianza que Dios hizo con su pueblo por medio de la Ley.
Como un niño recién nacido al iniciar la Cuenta del Omer, estábamos en nuestra infancia espiritual y en sólo 50 días alcanzamos la elevada estatura que nos permitió recibir la Torá. Los 49 días que han transcurrido constituyeron un período de purificación espiritual hasta recibir los fundamentos de la ley.
El secreto yace en el número 50 en sí. Cincuenta simboliza la habilidad de trascender todos los detalles y entrar en una esfera superior. De esta manera, todo lo que está más allá de siete representa un mundo que trasciende a la naturaleza, una esfera superior. Para llevar este tema al siguiente nivel, (la expansión más completa de la esfera de la naturaleza), debemos multiplicar siete por siete. El resultado es 49. Ir uno más allá nos deja en 50, que simboliza la habilidad para trascender todos los detalles y entrar en una esfera nueva y más elevada.
¿Pero cómo es que el nivel 50 se relaciona con el desarrollo de la infancia a la madurez espiritual?
Uno de los textos principales que se leen con motivo de la fiesta de Shavuot es el Libro de Ruth, una mujer moabita considerada la primera conversa. Según el relato bíblico, tras la muerte de su marido, Ruth decide permanecer junto a su suegra Noemí, en lugar de regresar a su familia moabita. No es sorprendente que el valor numérico de la palabra Moab, es 49, representando el mundo físico, el hecho de acumular cantidades. Y nosotros vamos un paso más allá, y alcanzamos el 50, representado por el kol palabra hebrea que significa todo, lo más elevado, y descripto como poseído por Jacob.
En nuestra cuenta hacia Shavuot, buscamos alcanzar el nivel que Jacob alcanzó al transformarse en Israel. Recibimos la Torá en el día 50, no en una fecha del calendario. Es el producto de nuestra cuenta a través de todos los niveles naturales, y alcanzamos la trascendencia, hasta el punto en el que no incluimos el día 50 dentro de la cuenta – una fecha que no es cuantificable. En cambio, llegamos a él. En ese día, nos paramos bajo el Monte Sinaí como una sola persona, con un solo corazón.
En este día se suelen degustar lácteos y frutas para recordar la promesa divina de una tierra rica en "leche y miel". La leche tiene la habilidad de nutrir al ser humano, tal como un bebé es amamantado; así también la Torá provee la "nutrición espiritual" necesaria para el alma humana.
Jag Sameaj Shavuot!!
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